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ogo-blog-un-pedacito-de-psicologiaTraicioneros, fríos, interesados,… muchos consideran que los gatos son seres extremadamente independientes que solo quieren a su ser humano por interés. Lo que muchos no saben son los beneficios de tener un gato en casa.

Muchos dicen que prefieren ser de perros antes que de gatos, como si hubiera dos bandos enfrentados en nuestros hogares gracias a nuestras mascotas.

Vamos a hablar de esos beneficios y quizá, si eres del “bando canino”, te haga cambiar algo de opinión hacia los gatos.

Un gato en casa: breve historia.

Ya es algo normal y cotidiano tener un gato en casa como mascota: millones de mininos de pasean por estantes, duermen sobre el sofá y ronronean en nuestros regazos.

Es más, un estudio afirma que los gatos comenzaron a ser domesticados hace 10000 años en Oriente Próximo, cuando los agricultores se dieron cuenta de que estos felinos protegían las cosechas de grano de los roedores.

A medida que las sociedades fueron creciendo y los agricultores movilizándose, la “cultura” de domesticación de los gatos (además de aquellos que ya llevaban consigo) fue expandiéndose por otros territorios hasta cubrir gran parte de Asia, África y Europa.

Desde entonces, nuestra relación con los felinos ha ido evolucionando hasta crear el vínculo de animal de compañía más que como “herramienta” en el campo, aunque en algunos lugares se preserva de idea del uso de los gatos para ese fin.

También es bien conocido el culto de los egipcios hacia los gatos, quienes eran considerados como semidioses. De hecho, matar a un gato o dañarlo suponía como castigo la muerte. Por si te interesa la historia del gato en Egipto, te dejo este artículo.

Beneficios de tener un gato en casa.

Tener un gato en casa puede traer múltiples beneficios a sus habitantes y a los visitantes, desde físicos hasta psicológicos. A continuación te presento algunas de las ventajas:

Los gatos, sobre todo los adultos, son conocidos por pasarse horas y horas (casi todo el día, de hecho) durmiendo. Al lado de nuestros amigos los canes, son animales más calmados y más “pachones”, por lo que convivir con ellos es más relajado.

Además de que requieren menos cuidados y son bastante autónomos, por lo que las preocupaciones por ellos son menores.

También acariciar a los mininos reduce el nivel de cortisol (la hormona del estrés) y el aumento de ondas cerebrales theta, aquellas que nos inducen a la relajación.

 

  • Ayudan a combatir la depresión.

Suelen ser uno de los animales más usados en Terapia Asistida con Animales por su carácter calmado.

Además, tener un animal en casa supone un entretenimiento y ocupación para la persona que padece depresión, haciendo que se vaya sintiendo útil y a crear y mantener rutinas.

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  • Causan menor sensación de soledad.

Desmitificando la idea de la frialdad de los gatos, son seres muy cariñosos que, tras un duro día, son la mejor compañía para calmar nuestra mente.

Normalmente lo cariñoso o buena compañía lo determina la personalidad del gato y el vínculo que tenga con el humano. Casi siempre, cuando hay un vínculo estrecho, el gato supone la mejor de las compañías para su humano.

No se comporta con todas las personas igual, y menos si son desconocidos, así que si se muestra cercano a ti, es que eres importante en su vida.

  • Producen en nosotros emociones positivas.

Los gatos son seres meticulosos (se dice que si un gato tira algo de una estantería es porque lo ha hecho con intención, no por descuido) y cautos, por lo que de ellos podemos aprender a ser más precavidos en la toma de decisiones.

En adición, de ellos también podemos aprender el levantarnos cuando nos caemos o el “caer de pie”, convirtiéndonos en personas resilientes. Ya sabes eso de que los gatos “tienen” 7 vidas.

  • Pueden ser una fuente de alegría y diversión.

Gracias a su naturaleza curiosa, pueden meterse en algún que otro aprieto o situación cómica que nos arrancarán más de una carcajada.

Además, su forma de juego (caza) hace que podamos pasar buenos ratos mientras les comprometemos con un cordel, una pluma o la luz de una linterna o puntero láser.

https://www.youtube.com/watch?v=qxJU4PYuNP0

  • Ayuda a la comunicación e interacción en personas autistas.

 Como es bien sabido, a las personas que padecen un Trastorno del Espectro Autista les resulta complicado el contacto físico (sobre todo con las otras personas).

Se ha comprobado que, tras el contacto con animales (en este caso, debida a la naturaleza sensible de la persona con autismo, mejor una mascota relajada y calmada) los niveles de oxitocina aumentaban, mejorando los patrones repetitivos y ansiedad, por lo que eran más receptivos a la hora de discriminar las emociones en los tonos de voz.

Todo esto facilitará la socialización con la gente de su entorno.

  • Contribuyen a la curación de tejidos de nuestro cuerpo.

No solo existen beneficios psicológicos cuando tenemos un gato en casa, sino que también los hay físicos.

Un estudio de la “Fauna Communications Research Institute” del Norte de California asegura que el ronroneo de los gatos puede ser sanador para nosotros, pues las vibraciones ayudan a mejorar las estructuras de los huesos, tendones y fibras musculares.

Las vibraciones con una frecuencia de entre 20 y 140 Hz, en inicio, les sirven a ellos para su propia recuperación, pero se ha demostrado que los humanos que conviven con gatos pueden beneficiarse de este efecto sanador también.

  • Previenen problemas cardíacos.

Como ya hemos visto al principio, tener un gato en casa hace disminuir nuestro estrés, por lo que nuestra presión arterial se reduce y, con ello, el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular. Es más, esto no ocurre en los casos donde la convivencia es con un perro en vez de un gato, según estudios.

 

  • Otros beneficios físicos.

Tener un gato en casa puede ayudar a prevenir infecciones respiratorias y alergias, sobre todo si el contacto con el felino es a edades tempranas.

Cuando los niños están en contacto con mascotas, su sistema inmunológico trabaja para fortalecerse, recurso del que podrá aprovecharse en su etapa adulta también.

Además, al estar expuestos a los alérgenos que producen los gatos, la persona será menor propensa a padecer alergias.

Por otro lado, a nivel físico también ayuda a personas con movilidad reducida. Al no tener que agacharse para interactuar con el animal (puede saltar al regazo), podrá ejercitar los brazos mientras lo acaricia, ayudando a la movilidad y al control muscular.

Ya has podido comprobar las innumerables ventajas que existen al tener un gato en casa, así que, ¿a qué esperas para adoptar uno? Recuerda la cantidad de felinos que se encuentran en protectoras y en la calle, mejor adopta antes de comprar.

Si ya tienes un gato en casa, cuéntanos en comentarios lo mejor de convivir con él o alguna anécdota, para que así convenzamos a quienes están pensando en tener un nuevo compañero de cuatro patas.

María Cartagena

La psicología ha sido desde el principio una devoción sin la que no imagino mi vida ni la de los demás, puesto que es algo que siempre nos ha acompañado, nos acompaña y lo hará en un futuro. La Psicología es la ciencia que estudia al ser humano con unos ojos científicos, pero con un “alma” pasional.

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