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Cuando nos paramos a pensar en el término chantaje emocional puede que nos venga a la mente distintas situaciones que hemos vivido, en las que hemos sido manipulados emocionalmente o hemos presenciado a alguien siendo chantajeado.

Si nos paramos a observar nuestro alrededor, podremos comprobar como es más común de lo que pensamos. El problema es, que pasa muchas veces desapercibido.

¿Sabrías identificar si alguien cercano te ha hecho chantaje emocional alguna vez? Si la respuesta es que sí, ¿Cómo has actuado y cómo habría que actuar frente a ese chantaje? ¿Debemos pasarlo por alto o enfrentarte a esa persona?

Vamos a ir poco a poco desglosando cada pregunta a lo largo del artículo.

¿Qué es el chantaje emocional?

El chantaje emocional se define como la forma de manipular a alguien para conseguir que haga lo que queremos.  Suele ser a través de amenazas, coacciones o privación. Se convierte en emocional cuando se utiliza el dolor del otro para obtener un beneficio.

Es más frecuente en nuestras vidas de lo que pensamos. La mayoría de personas lo hemos usado en algún momento, de forma directa o indirecta. El problema viene cuando se usa de forma frecuente con personas cercanas y se convierte en nuestra herramienta para conseguir lo que queremos.

El chantaje emocional es una forma inadecuada  e irrespetuosa de comunicación. Suele provenir de una persona cercana afectivamente, cuyo objetivo en conseguir aquello que quiere a través de la manipulación y control de nuestro comportamiento, sin tener en cuenta nuestros deseos.

El chantaje emocional  genera culpa, miedo  y malestar sobre la persona que lo recibe.  En ocasiones, dicha manipulación puede ser tan sutil que apenas nos damos cuenta, En otras ocasiones, nos damos cuenta pero no sabemos cómo pararlo de forma adecuada y que eso no suponga un alejamiento con esa persona.

A veces, es difícil darse cuenta de que nos están chantajeando emocionablemente porque puede estar camuflado en frases aparentemente inofensivas como “haz lo que quieras, pero luego atente a las consecuencias” o “si me quisieras de verdad, no lo harías”.

Sean como sean, estás frases se utilizan para lograr que la persona ceda a través del miedo y la culpa.

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Rasgos principales del chantaje emocional.

Para que un comportamiento se pueda considerar un chantaje emocional es preciso que se den varias actitudes, como son:

  • La exigencia.El/la chantajista exige a la otra persona que haga lo que él/ella quiere.
  • La resistencia.Cuando nos oponemos a sus peticiones, se muestra inflexible y acaba imponiendo su voluntad.
  • La presión.Se utiliza la presión para lograr que se ceda a lo que quiere y para ello utilizará discusiones, llanto, gritos, etc.
  • La amenaza.Utiliza la amenaza como herramienta para conseguir lo que quiere si ve que con la manipulación simple no lo está consiguiendo.
  • La obediencia.Por parte de la víctima, por miedo a perder a esa persona, acaba cediendo.
  • La reiteración. Utiliza el chantaje emocional cada vez que lo considera oportuno, es su forma de relacionarse con los demás.

4 tipos de chantajistas emocionales.

Existen 4 tipos de chantajista emocional según el tipo de manipulación que utilizan. Conocerlos, puede servirnos de ayuda para detectarlo y actuar protegiéndonos.

1. EL/LA CASTIGADOR/A.

Su forma de actuar es a través de las amenazas con represalias si no se accede a sus demandas. “Si me dejas, no verás a los niños”.

2. EL/LA AUTOAGRESIVO/A.

Suelen amenazar con hacerse daño a sí mismos, en algunos casos, incluso con el suicidio  “Si me dejas, mi vida ya no tiene sentido”. En ocasiones, no lo verbalizan pero sí hacen conductas autoagresivas.

3. EL/LA MÁRTIR.

Acogen el papel de víctima para conseguir lo que quieren a través de la culpa de la otra persona. Son chantajes más sutiles del tipo: “Tranquilo/a vete, te preocupes por mí, si total ya estoy acostumbrado/a a estar solo/a”.

4. EL/LA SEDUCTOR/A.

Es lo que solemos llamar, regalarnos los oídos. Nos cuentan todas las cosas buenas que harán por nosotros, con la condición de seguir sus instrucciones para que salga bien. “Confía en mí y verás cómo no tendrás que preocuparte por nada”.

Detectar un chantajista emocional.

El comportamiento del o la chantajista emocional va a ser diferente  dependiendo del entorno en el que se encuentre y de la persona o personas que tenga delante.

Analizando este perfil de personas, podemos encontrar que:

  • Suelen tener un perfil de comunicación agresivo.
  • No tienen desarrollada una buena asertividad ni empatía.
  • Son inseguros/as y con baja autoestima.
  • Pueden tener problemas de dependencia y miedo al abandono.
  • Puede que hayan aprendido a hacerlo desde su infancia.
  • Utilizan la manipulación para sentirse bien al conseguir lo que quieren.

Precisamente esta última característica es la que hace que la conducta de manipular se mantenga, ya que en un alto porcentaje de situaciones, consigue lo que quiere.

Al obtener una recompensa, aprenden que ese estilo de comunicación y actuación les beneficia, les compensa y en consecuencia vuelven a repetirlo, es lo que llamamos en Psicología, refuerzo.

Es importante tener en cuenta que la persona que hace chantaje emocional puede que no sea consciente de ello. Simplemente, en un momento dado le sirvió y aprendió a utilizarlo. Hay personas que sólo lo usan con su entorno más próximo como puede ser la pareja o los hijos.

Es paradójico pensar que quien recurre al chantaje emocional suele ser una persona con un perfil predominado por la inseguridad y debilidad emocional y psicológica.

Necesita recurrir a la manipulación para obtener lo que anhela, ya que de otra forma no son capaces de alcanzar sus metas. A pesar que, aparentemente, se muestran totalmente seguras de sí mismas.

Características de los chantajistas emocionales.

Es complicado detectar a un chantajista emocional ya que no cumplen un único perfil, pero sí pueden presentar determinadas características comunes. Hay que tener en cuenta que, cumplir alguna o todas estas características no significa que sea un manipulador/a:

  1. Son observadores y analíticos, saben con qué personas pueden actuar y con quiénes no.
  2. Son impacientes a la hora de obtener lo que quieren.
  3. Sus reacciones suelen ser agresivas sin no lo obtienen, recurriendo a la amenaza para conseguirlo.
  4. Responsabilizan a los demás de sus reacciones emocionales y de las consecuencias de las mismas.
  5. No aceptan un no por respuesta ni respetan los derechos de los otros.
  6. No llevan bien las críticas y siempre quieren tener la razón.
  7. Tienen la manipulación tan automatizada, que apenas se dan cuenta que la usan.
  8. Generan sentimientos de culpa, miedo o tristeza. Por lo que es complicado relacionarse con ellos.
  9. Conocen los puntos débiles y no dudan en tocarlos.

Tipos de relación dónde se da el chantaje emocional.

Por otra parte, el chantaje emocional es común en estos tipos de relación:

 1. De padres a hijos.

Es bastante común que los padres utilicen el chantaje emocional para dirigirse a sus hijos. El problema está en que ese es el modelo de enseñanza que le estamos inculcando a nuestros hijos y que posiblemente, luego ellos lo replicaran.

Ejemplos:

 Si no te portas bien, los reyes no te traerán nada.

Si no estudias medicina, me defraudarás.

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2. De padres hacia los hijos en las separaciones.

Cuando los padres se divorcian, los niños quedan en el medio. Hay veces que se usan como moneda de cambio para hacer daño al otro. Se entra en una lucha infinita de a quién quieren más.

Y no nos damos cuenta, que ponemos a los niños en una tesitura que sí o sí le hará daño.  No se debe usar el chantaje emocional en niños.

Ejemplos:

  • Tú padre/madre sólo te riñe, vente conmigo que nos lo pasamos mejor.
  • Si prefieres estar con tu madre/padre es que no me quieres tanto como yo pensaba.

3. En la pareja.

A las parejas en las que su comunicación se basa únicamente en el chantaje emocional, acaban siendo relaciones tóxicas.

No están basadas en la suma de los dos, si no solo en el beneficio de uno de los miembros de la pareja.

La pareja puede tener muchos tiras y aflojas y cuando uno tira el otro debe aflojar y viceversa. El problema ocurre cuando uno de ellos impone su criterio siempre y predominan sus decisiones sobre las del otro.

Además, el bucle se cierra cuando el otro miembro acaba cediendo a los chantajes por miedo a perder a su pareja.

Ejemplos:

  • Si sales con tus amigos/as ¿yo qué hago? ¿me dejas sólo/a? qué poco te importo.
  • Si me dejas, no vas a encontrar a nadie mejor que yo.
  • Si no estás conmigo, mi vida ya no tiene sentido.

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¿Cómo actuar ante el chantaje emocional?

Ya hemos visto que el chantaje emocional puede provenir de sentimiento de inferioridad, inseguridades o miedo al abandono de la persona que lo hace.

Que muchas veces, lo hace de forma inconsciente porque es el modelo de educación que ha recibido en la infancia o es un estilo de comunicación que ha ido adquiriendo con los años.

Independientemente, de cuáles sean sus causas, no es un comportamiento tolerable. La manipulación emocional puede dañar seriamente a la persona que lo recibe, provocándole desequilibrios emocionales, baja autoestima y merma su confianza. Es necesario cortar esto en cuanto se detecte.

Es importante que se tome conciencia y firmeza ante la situación que se está viviendo para sobreponerse y superarla. Para ello, puede ser útil:

  • Evita culpabilizarte: No ceder a las exigencias del otro no debe provocar culpabilidad. Analiza si siempre eres tú el/la que cede o si son peticiones que coartan tu libertad.
  • Debes ser tu prioridad: No se trata de ser egoísta, si no de cuidarnos a nosotros/as mismos/as. Anteponer nuestras necesidades o deseos de vez en cuando, nos hará sentirnos mejor.
  • Aprende a decir No: Cuando no estés de acuerdo o dispuesto/a a hacer algo, di No con firmeza y asertividad. Sin dar excusas ni dudar porque eso demostrará fortaleza en tus decisiones y no podrás ser manipulado/a.
  • Abandona el papel de víctima: Es hora de que empieces a ser protagonista de tu propia historia. Seguramente eres muy fuerte aunque aún no lo hayas descubierto, al menos en este aspecto. Tú marcas los tiempos en tu vida, no lo olvides.
  • Tomarse un tiempo para tomar decisiones: Normalmente, el chantajista demanda la respuesta de forma inmediata porque sabe que al reflexionarlo puede que no cedas. Por ello, tómate el tiempo que sea necesario para evaluarlo adecuadamente.
  • No evites el conflicto, enfréntate con seguridad y firmeza: Callarnos para evitar discusiones puede servir en ocasiones, pero no debes hacerlo de forma habitual. Tienes derecho a dar tu punto de vista, guste o no.
  • Comenta cómo te sientes: Si hay algo que no quieres hacer y el hacerlo te provoca malestar, háblalo con esa persona y expresa cómo te sientes. Esto hará que, si lo hace de forma inconsciente, se dé cuenta del daño que te hace y te servirá también de desahogo.
  • Tomar distancia con el chantajista: Si esto ocurre en una relación familiar, es aconsejable tomar distancia hasta que estemos preparados y sepamos protegernos adecuadamente de sus chantajes emocionales. Si es con una pareja, plantéate si es una relación sana y es realmente lo que quieres para ti. ¿Lo querrías para algún familiar cercano? Si la respuesta es que no, para ti tampoco.
  • Aprende a diferenciar una petición de una exigencia: En las exigencias, si no cedes la persona no lo lleva bien y provoca conflicto, mientras que en las peticiones, el “no” es aceptado con normalidad.

Lleva las riendas de tu vida.

Por muy cercano que sea esa persona y le queramos, no debemos permitir que nadie nos haga daño.  El amor sano (sea de pareja o familiar) no duele, si no que enriquece y nos hace felices.

Ten en cuenta que somos responsables de nuestros actos y no del de los demás. Si nosotros le damos el poder a otros sobre nuestro estado ánimo y emocional, perdemos el control sobre lo que sentimos y con ello, sobre nuestra autoestima y seguridad personal.

Así que, empieza a prestarte más atención, date la prioridad que sea necesaria y construye  relaciones que te aporten y llenen tu vida. Recuerda, el objetivo es ser feliz.

¿Te sientes identificado en alguna de las situaciones que hemos nombrado en este artículo?

Si necesitas ayuda profesional para adquirir las herramientas necesarias para superar ese chantaje emocional al que estás siendo sometido/a, no dudes en ponerte en contacto con nosotras, Serendipia Psicología, Psicólogos en Valencia.

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Lorena Honrubia

“Desde que tengo uso de razón, me he dedicado a la ayuda de las personas que lo necesitaban, dentro de mis capacidades, tanto a personas de mi entorno como a desconocidas. Esto fue lo que me impulsó a dedicarme a la psicología. Para mí ha sido una gran satisfacción poder convertir esa vocación en mi profesión. "

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