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¿Crees en las casualidades o en el destino? ¿Crees que todos hemos nacido conectados a alguien? Como si hubiera alguien o algo que nos uniera o nos separara.

Hay varias historias o leyendas que tratan sobre el amor, tanto de pareja como de unión con otras personas tipo amistad o familiar. En este artículo vamos a hablar sobre ese tipo de leyendas. ¿Sientes curiosidad por saber qué leyendas hablan sobre el amor?

El amor, ese gran amigo y enemigo.

El amor es una de las cosas más complicadas de entender. Es un sentimiento muy profundo, difícil de manejar y que en ocasiones nos desestabiliza hasta puntos insospechados.

¿Quién no ha sufrido por amor alguna vez? Y es que este sentimiento es muy bonito mientras lo disfrutas pero puede llegar a ocasionar un gran dolor cuando se acaba, no es correspondido o es tóxico.

Llegados a este punto, nos podemos plantear ¿Por qué acabamos siendo pareja de alguien? ¿Es por casualidad o por destino?

Existen muchos mitos y creencias de por qué alguien se cruza en nuestro camino. Pero sin duda alguna, el lugar donde estos mitos y leyendas se mezclan con la realidad es Japón.

El origen de la leyenda.

Desde la mitología japonesa, el amor es uno de los sentimientos más profundos y venerados. Por ello, hay distintas leyendas que lo promueven. Una de ellas, y de la que vamos a hablar, es la leyenda del hilo rojo.

Según este mito, dos personas estarían predestinadas a encontrarse a lo largo de sus vidas porque están unidas a través de un hilo rojo atado al dedo meñique. Si el destino tiene preparado que te encuentres con una persona en concreto, así será.

La historia cuenta que entre esas dos personas existe un lazo afectivo representado con un hilo rojo, el cual está vinculado desde su nacimiento. Este hilo existe independientemente del momento de sus vidas en el que esas dos personas se conozcan. Podrá tensarse o enredarse, pero nunca se romperá.

Pero, ¿por qué en el dedo meñique?

Esta leyenda se basa en el hecho de que la arteria cubital o ulnar conecta el corazón con el dedo meñique. Al estar unidos por esa arteria (hilo rojo) se comienza a creer que los hilos rojos del destino unían los meñiques con los corazones; es decir, simbolizaban el interés compartido y la unión de los sentimientos. Por esto mismo, en algunos países, se hacen las promesas entrelazando este dedo con el del otro.

leyenda-hilo-rojo

Ahora bien, estas conexiones no están limitadas al amor de pareja únicamente, sino que es válido para todas las relaciones significativas en nuestra vida: mejores amigos, familiares o cualquier otro tipo de relación en la causemos o nos cause un impacto emocional.

Leyendas

Leyenda del anciano

La primera leyenda sobre este hilo rojo de la que vamos a hablar, cuenta que un anciano vive en la luna y cada noche sale en busca de almas gemelas que están predestinadas a unirse en la tierra.

Cuando las encuentra, las ata con un hilo rojo para que no se pierdan y puedan encontrarse en algún punto de sus vidas.

Nada es fruto del azar, todas las relaciones están predeterminadas según esta leyenda. Ese hilo rojo está contigo desde el día de tu nacimiento, guiando tu futuro y haciendo que te encuentres con todas las personas con las que tienes que encontrarte. ¿Cómo se sabe si esa es la persona con la que debes encontrarte?

Según esta leyenda, se sabe por la paz interior y felicidad que se siente, no tiene comparación con otro tipo de relaciones.

Leyenda del Emperador y la Bruja.

Aunque la leyenda más popular en Japón, se narra en forma de cuento a los niños:

Hace mucho tiempo, había una bruja que era capaz de ver los hilos invisibles que unían a las personas.

El emperador anhelaba encontrar a esa persona con la que compartiría su vida, su alma gemela. Tan pronto como el joven Emperador conoció la existencia de la hechicera, la mandó llamar. Quería conocer quién se encontraba al extremo del hilo rojo atado a su  meñique.

Cuando la bruja llegó, el emperador le ordeno que buscara el otro extremo del hilo rojo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa; la bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir el hilo rojo.

Esta búsqueda los llevó hasta un mercado donde una campesina pobre con una bebé en los brazos ofrecía sus productos. La bruja se acercó a la mujer, y diciéndole que se levantara, se volvió hacia el Emperador y anunció: “Aquí termina tu hilo rojo”.

El Emperador pensó que aquello era una broma de la hechicera. Lleno de ira, empujó el puesto, y con él a la mujer, provocando la caída del bebé, que se hirió en la frente.

Al cabo de los años, cuando el Emperador hubo de tomar esposa, le confió su elección a la Corte. Se decidió entonces, que sería bueno para el Imperio que la elegida fuera la hija de un importante General.

El día de la boda, el Emperador estaba ansioso por conocer a la novia, quien apareció en la cara cubierta por un velo.

Al levantarlo, el Emperador descubrió una singular cicatriz en la frente de la que sería su esposa: era la marca que él mismo le había provocado años atrás, al hacerla caer de brazos de su madre.

¿Fantasía o realidad?

Es evidente que cada uno puede interpretar estas leyendas como quiera. Quizás exista el destino, quizás no. Puede que al leer estas leyendas te venga a alguien a la cabeza, o no.

Una de las interpretaciones de estas leyendas puede ser en clave romántica. Pero también se puede extender a otros vínculos como entre amigos o padres e hijos.

Bajo esta historia se esconde un aprendizaje sobre los prejuicios y expectativas inadecuadas. Esto en muchas ocasiones nos impide disfrutar de lo que tenemos y ser felices en el momento.

A veces puede ocurrir que deseamos que nos sucedan ciertas cosas y nunca llegan por más que luchemos. A pesar de que pongamos todas nuestras fuerzas para conseguirlo, no se dan o se enredan cada vez más.

Sin embargo, en otras ocasiones hay cosas que no esperamos o damos por terminado. Y de repente sucede algo, algo se acciona y todo da un giro inesperado y eso que se veía imposible, sucede.

No sabremos nunca si es fruto del destino o de la casualidad. Nuestro nombre, Serendipia, tiene también un significado parecido a lo que estamos comentando. Se trata de un hallazgo afortunado e inesperado que encuentras mientras estás buscando otra cosa.

Recuerda:

“Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo rojo se puede estirar, contraer o enredar, pero nunca romper.

Todos tenemos a una persona especial (sea amor o amistad) a la que nunca podremos olvidar o con la que a pesar del tiempo y la distancia, el lazo afectivo permanece intacto.  Son a esas personas a las que estamos unidos por un hilo rojo.

Y tú…¿Sabes con quién estás unido/a por un hilo rojo? Cuéntanoslo en comentarios.

Lorena Honrubia

“Desde que tengo uso de razón, me he dedicado a la ayuda de las personas que lo necesitaban, dentro de mis capacidades, tanto a personas de mi entorno como a desconocidas. Esto fue lo que me impulsó a dedicarme a la psicología. Para mí ha sido una gran satisfacción poder convertir esa vocación en mi profesión. "

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