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¿Qué no deberías decirle a una persona que padece de depresión o ansiedad? Tal vez, le hemos dicho algunas frases a un familiar o amigo que padece alguno de estos trastornos con la mejor intención, pero con ello, le hemos podido hacer daño sin querer.

Si eres tú el/la que estás sufriendo de depresión o ansiedad, tal vez hayas tenido que oír algunas de las frases que hablaremos en este artículo, y que posiblemente no te hayan gustado o te hayan hecho sentir mal.

En este artículo vamos a hablar de frases que no deberíamos ni decir ni escuchar respecto a una persona que está padeciendo depresión o ansiedad.

La depresión o ansiedad no se eligen.

Según la OMS, la depresión y la ansiedad son los trastornos psicológicos más comunes ya que afectan a más de 300 millones de personas, siendo las principales causas de incapacidad.

Afecta, sobre todo, a hombres y mujeres entre 25-44 años, aunque en la actualidad, también se da de forma importante a los adolescentes.

Ambos trastornos son multicausales y dependen de factores biológicos, psicológicos y sociales.

 Ni la depresión ni la ansiedad se eligen, llegan a tu vida arrasando con emociones, pensamientos, motivaciones e ilusiones. Disminuyendo así tu calidad de vida, tu autoestima y la confianza propia. 

Que la depresión o ansiedad no se eligen es algo que parece obvio, pero no todo el mundo lo tiene en cuenta. Por un lado, hay personas que, por desconocimiento y con buena intención, intentan animar a la persona que tienen al lado dándole consejos, diciéndole qué tiene que hacer, etc. Realmente no saben cómo actuar ni qué decir y pueden producir un efecto contrario en la persona que padece esta enfermedad.

A nadie le gusta ver a alguien a quién quieres pasándolo mal e intentamos darles nuestro punto de vista y lo que consideramos que debería hacer, pero no siempre es lo más adecuado. De hecho, toleramos mejor ver a alguien enfadado que triste o con ansiedad.

Por otro lado, están las personas que consideran que la depresión o la ansiedad son excusas que pone la persona que la padece para no hacer algo que no quiere o escaquearse.  Esto de nuevo, se piensa por desconocimiento y por no haberlo vivido nunca. En algunos casos, incluso por falta de empatía.

Qué NO decirle a una persona con depresión.

El dolor de los familiares y de los amigos de una persona con depresión es absolutamente comprensible. Y también su impotencia de no poder hacer nada para ayudarle. Pero hay que tener mucho cuidado con frases que lleven implícitos juicios de valor.

Hay que tener en cuenta que, curarse de una depresión no es sólo cuestión de tener fuerza de voluntad. Y diciéndole según qué frases, podemos hacer que tenga sentimientos de culpabilidad y frustración por no conseguir aquello que le decimos. Hay que partir de la base que a nadie le gusta sufrir y su principal deseo es curarse. Pero parar ello, hay que seguir un tratamiento.

A continuación, he recopilado algunas frases que no deberíamos decirle nunca a alguien con depresión:

  • “Debes tener una actitud positiva”.

Es una frase que nos viene de forma instantánea y nos cuesta no decirla cuando vemos a alguien que está con depresión. Y, aunque tiene una pequeña parte de verdad, la persona que tiene depresión no elige tener una actitud negativa, sería muy sencillo si fuera el caso.

Existe lo que se llama triada cognitiva. Las personas con depresión tienen una visión negativa de sí mismos, del mundo y del futuro. Para cambiar esto, hay que pasar por un proceso terapéutico, no es sólo cambiar la actitud y ya está.

  • “Anímate” o “Sé feliz”.

Si nos paramos a pensarlo, dudo mucho que alguien no quiera ser feliz. No se levanta un día y dice ya no quiero ser feliz. Cuando se tiene depresión, no se es capaz de disfrutar de los momentos que vive o de animarse, puesto que puede que le cueste hasta levantarse.

La depresión presenta síntomas motivacionales, afectivos, cognitivos, conductuales y fisiológicos. Por lo que no es que no quieran, sino que más bien, no pueden. Es más, decirle este tipo de frases, lo único que se consigue es que se frustre más viendo que no lo consigue.

  • “No tienes razones para estar deprimido” o “Si lo tienes todo, ¿por qué estás así?”

Como hemos dicho antes, la depresión no se elige. Nadie escoge sentirse así. No es que la persona no sepa valorar las cosas buenas de su vida, sino que existe la incapacidad de hacerlo por la sintomatología de la depresión.

Además, es una frase que le hará sentirse culpable porque aun sabiendo que lo tiene todo, no consigue ser feliz ni disfrutarlo.

  • “Todos tenemos problemas, ya lo superarás”.

Hay que tener en cuenta que, cada persona lleva de una forma distinta lo que le ocurre. Y aunque nos parezca una nimiedad, para una persona con depresión puede ser una montaña enorme que superar.

La persona con depresión se siente superada por su presente y su percepción del futuro es oscura. Por lo que esta frase se queda vacía, sin sentido para la persona.

  • “Haz deporte o una actividad que te guste y se te pasará”. 

Hacer ejercicio es bueno y segrega endorfinas que actúan como un antidepresivo natural. Sin embargo, las personas con depresión han perdido la motivación y apenas tienen energía para levantarse de la cama. Por lo que pedirles un esfuerzo tan grande y ver cómo no pueden hacerlo, les frustrará aún más.

  • “Arréglate, tienes que salir a la calle, te distraerás y estarás bien”. 

Parece buena idea a priori, pero debemos tener en cuenta que las personas con depresión suelen tener la autoestima baja. Por lo que, arreglarse en sí mismo, ya constituye una fuente de frustración.

Además, cuanto más les insistamos en algo que no pueden hacer, más se centrarán en la idea fija del “no puedo”.

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  • “A mí me han pasado cosas mucho peores y mírame qué bien estoy”.

Ver como otros consiguen superar con éxito sus dificultades y ellos no, no ayuda, al contrario, les hará sentir peor puesto que se van a comparar, para perder.

Además, saber que tú lo has pasado peor no le sirve para nada, y con ello, no se les está dejando espacio para expresar lo que sienten o piensan.

  • “Todo el mundo se deprime a veces”.

No, las personas no nos deprimimos a veces. No hay que confundir la tristeza con la depresión. La primera es una emoción básica que todos sentimos, que tiene una función. Todos podemos estar en algún momento tristes o desmotivados, pero dista mucho de estar deprimido. La depresión es algo mucho más serio y engloba más síntomas que la tristeza.

  • “Si quieres curarte, debes poner más de tu parte”.

Si realmente fuera tan sencillo, ¿no lo hubiera hecho ya? Dudo mucho que nadie quiera estar deprimido, no es algo agradable y se sufre mucho. Se debe tener cuidado con este tipo de frases, puesto que le puede generar a la persona una intensa sensación de impotencia e incomprensión.

  • “Eres muy exagerado, estás dramatizando la situación”. 

Se debe tener en cuenta que la persona con depresión tiene pensamientos negativos, perciben la realidad a través de su “filtro”, por lo que, tanto su pasado, como presente y futuro, lo negativizan. Todo ello, forma parte de la enfermedad.

No se elige esta forma de interpretar la experiencia vital ni las situaciones que ocurren. Tampoco implica que no haya falta de conciencia de la enfermedad ni mucho menos voluntad de salir de la misma.

Recuerda que no se trata de cómo la vives y la sientes tú que no estás enfermo, sino como lo hace tu familiar o amigo con depresión.

Qué decir a alguien con depresión.

En muchas ocasiones no sabemos qué decirle a una persona que está pasando por una depresión. Aquello que le digas, que sea desde la comprensión, la empatía y sobre todo, el que no sienta que la juzgas.

A continuación, te propongo algunos ejemplos:

  1. “Me gustaría que me explicaras y poder ayudarte. No estás solo/a.”
  2. “Estaré para lo que necesites. Podemos hablar cuando quieras.»
  3. “¿Qué puedo hacer para ayudarte?”
  4. “Te he notado últimamente (triste, decaído/a…). ¿Hay algo de lo que te gustaría hablar o en que te pueda ayudar?”
  5. “Sé que estás sufriendo y no te voy a dejar”.
  6. “Me tienes a tu lado para lo que necesites”.
  7. “Si necesitas llorar, hazlo. Aquí tienes un hombro donde hacerlo”.

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Qué NO decirle a una persona con ansiedad.

Otro de los trastornos más frecuentes es la ansiedad.  En ocasiones, también cometemos el error de decirle a la persona que sufre ansiedad, ciertas frases que pueden dañarla o hacerle sentir mal. Independientemente de que la percepción de la persona sea real o no, las emociones que le hace sentir sí lo son y éstas afectarán a cómo recibe lo que le digas. Por ello, es importante saber qué NO es recomendable decirle a una persona con ansiedad.

  • “No tengas miedo”.

El miedo es una emoción que tiene una determinada función, ayudarnos en los posibles peligros para sobrevivir. Pero se puede activar mediante nuestra interpretación y una situación rutinaria, la persona con ansiedad puede vivirla muy intensamente.

El miedo que siente es real, no puede evitar tenerlo. Y por mucho que se lo digamos, no se va a ir.

  1. “Cálmate” o “no te preocupes”.

Esta frase ha ayudado a 0 personas a calmarse o a dejar de preocuparse. Es algo que decimos de forma instintiva, pero si le dices esto a cualquier persona, vas a conseguir el efecto contrario. A esto se le suma, si la persona padece ansiedad y le dices estas frases, estás invalidando y desvalorizando sus sentimientos.  Si la persona pudiera calmarse o dejar de preocuparse, lo haría.

  • “No exageres, no es para tanto”.

Realmente, le estás diciendo a la persona que su reacción es desproporcionada y puede que lo sea, pero no es voluntario. El miedo o ansiedad que siente es real y probablemente sepa que sus pensamientos son irracionales, pero tal vez no sepa cómo cambiarlos. Para eso es necesario todo un trabajo psicológico que prepare a la persona ante esas situaciones.

  1. Todos nos estresamos en algún momento, es normal”.

De nuevo, no hay que confundir el estar estresado o nervioso con sentir ansiedad generalizada o sufrir un ataque de pánico. En este último caso, implica una serie de pensamientos irracionales o distorsiones cognitivas que no son fáciles de cambiar sin un proceso terapéutico,

  • “Todo va a salir bien”.

Está muy bien ser optimista y tener una actitud positiva ante los acontecimientos negativos que se nos presenten, pero la persona con ansiedad no tiene la capacidad en esos momentos de ver esa perspectiva. Y más si son cosas del futuro, porque nadie puede asegurar que algo vaya a salir bien o mal, por lo que es imposible que te crean.

  • “Todo está en tu mente (o en tu cabeza)”.

Es cierto que la ansiedad está influenciada por la interpretación que se hace de la situación o la realidad, pero decirle esto a la persona no la ayuda y puede que piense que le estás diciendo que se lo inventa o que está “loco/a”. Es decir, se sienten juzgados.

Su percepción de peligro o realidad está sesgada pero no es algo sencillo de cambiar de forma voluntaria. Además, los síntomas físicos están automatizados y aparecen sin ser conscientes de ello.

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Qué decirle a una persona con ansiedad.

Cuando queremos ayudar a una persona con ansiedad, debemos partir desde la comprensión de su perspectiva, sus sentimientos y sus pensamientos y no desde los nuestros.

A continuación, tienes algunos ejemplos:

  1. ¿Me quedo a tu lado hasta que se te pase?
  2. ¿Qué puedo hacer para ayudarte?
  3. “Si te apetece hablamos o vamos a caminar”.
  4. “Cuando necesites hablar, aquí estoy”.
  5. Tus sentimientos/preocupaciones/miedos no son ninguna tontería”.
  6. Si sientes ganas de llorar llora… no te voy a juzgar,

La gran pregunta que deberías hacerte.

En la actualidad, aún sigue habiendo muchos estigmas acerca de las enfermedades mentales como la depresión o ansiedad. En muchas ocasiones, no somos conscientes del problema real que implican en la persona que lo padece y cómo limitan su vida.

Es esa falta de conocimiento la que nos hace cometer muchos errores con las personas que padecen depresión o ansiedad. Párate a pensarlo un momento. ¿Le dirías a una persona que va en silla de ruedas alguna de las frases que hemos comentado anteriormente? ¿le dirías, no te preocupes ya se pasará o venga levántate y camina, es cuestión de actitud positiva?

La respuesta es obvia y ni siquiera se nos pasaría por la cabeza. Pero en cambio, con las personas con depresión o ansiedad sí lo hacemos. ¿será por qué una enfermedad física se ve y la mental no? Sería una explicación, pero con poca base de sustento porque el oxígeno y la contaminación tampoco se ve, pero todos sabemos que existe.

No es fácil ver como algún familiar o amigo tiene depresión o ansiedad, y a eso le añadimos la impotencia de no poder hacer nada para ayudarle. Nada que le saque de ahí me refiero. Hay que aceptar nuestro papel secundario y saber que es esa persona quién tiene su ritmo y su proceso. Que nuestro papel es el del apoyo, de empatía y de validación de lo que esa persona está sintiendo y pensando. Solo así podremos ayudarle realmente.

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¿Has dicho o te han dicho alguna de estas frases alguna vez, aunque sea con la mejor de las intenciones? Si lo deseas, puedes compartir tu experiencia con nosotras abajo en los comentarios.

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Lorena Honrubia

“Desde que tengo uso de razón, me he dedicado a la ayuda de las personas que lo necesitaban, dentro de mis capacidades, tanto a personas de mi entorno como a desconocidas. Esto fue lo que me impulsó a dedicarme a la psicología. Para mí ha sido una gran satisfacción poder convertir esa vocación en mi profesión. "

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